martes, 17 de septiembre de 2013

Volver...

Hola personas:

Volver, una palabra llena de matices contrapuestos: por un lado termina un verano estupendo, disfrutado a tope con la familia, arropados por las olas del mar Mediterráneo y por otra empieza una nueva etapa llena de cosas nuevas, con innumerables proyectos, y con muchas ganas de poder compartir, desde este espacio, lo que me gusta.

Después de ponernos un poco al día, voy a contaros que el pasado fin de semana lo pasamos en muy grata compañía, de visita a la fabulosa casa de mis cuñados, que entre otros rincones, dispone de una magnifica huerta, lo que me permitió recoger a los protagonistas de la primera receta que os voy a mostrar hoy.

En la huerta ecológica de Tía Begoña me aprovisione de calabacín, lechuga, tomates y flores comestibles para la elaboración.


Preciosas capuchinas.


Es curioso como el hecho mismo de recoger tu los frutos de la huerta puede inspirarte hasta tal punto que solo puedas pensar en cocinar.

Como todo lo que conlleva esta receta: la vuelta, disfrutar de los rescoldos del verano, cosechar en la huerta... me parecía tan lujoso que no pude por menos que utilizar plata para esta preparación, y no se me ocurre forma más glamourosa de entrar en el Otoño que cubrir las hojas de plata.

La elaboración es muy sencilla, cortar la lechuga en juliana, el calabacín crudo en paisana (dados muy pequeños) y los tomates Cherry en cuartos. Mezclarlo todo con la vinagreta de aceite de trufa y vinagre, reservar. Hacer un crujiente de queso manchego.
Presentar a modo de milhojas: con una hoja de capuchina en el fondo, colocar sobre ella la ensalada, encima el crujiente de queso manchego, más ensalada y para coronar otra hoja de capuchina cubierta de plata comestible de Orogourmet (www.orocomestible.com). Por último colocar en el plato las flores y un poco de la vinagreta.



Espero que os guste, por supuesto, y que esta nueva etapa este llena de novedades para todos.

Es un placer.